no hay muerto que se jieda, decía mi abuelito, y cuanta razón tenía, especialmente en el caso de los suicidas. lo he comprobado demasiadas veces ya, desafortunadamente. ruego a la vida que no haya una vez más, así que si insistís en suicidarte, te prometo que no iré a tu funeral y haré todo lo humanamente posible por borrarte de mi memoria lo más rápido posible.
a veces le doy la razón en ciertas cosas a los curas. cuando eran dueños de los cementerios, rechazaban sepultar a los suicidas en "tierra sagrada", es decir un inmundo cementerio. quizás gozaban viendo a las familias pasar angustias, además de la vergüenza pública. pues asi voy a hacer yo con vos: no ocuparás lugar en mi memoria.
es que hay razón, viéndolo bien: la vida es una tramposa estafadora, que a pura química nos manipula para seguir reproduciendose. así crea el hambre, para forzarnos a comer; crea eso que llaman "amor" para obligarnos a reproducirla; y así crea ese horror que nos hace deshacernos lo más pronto posible de un cadáver, y creeme que para nada es más rápida la gente que para deshacerse y olvidarse de un suicida. ¿creés que causarás impacto en alguna enamorada con tu probable suicidio y que se hará monja para rezar por ti el resto de su vida? las mujeres son las más sensibles a estos instintos vitales. tal vez finja una lágrima, pero no se habrá secado cuando ya ella habrá tramado como apartarse de tu recuerdo y seguir adelante. tal vez, a los años te recuerde como un tonto que la pretendió, y se reirá incrédula del sainete que interpretaron.
¿crees que causarás impacto en la sociedad, o que el mundo cambiará por tu muerte?
una de las imágenes del cine que más fuertemente grabadas tengo en mi memoria es de una película de ingmar bergman...creo que es el silencio, no estoy segura (es luz de invierno, foto segunda): un tipo no le haya sentido a la vida y se suicida. escoge para hacerlo la orilla de un impresionante rio, el cadáver es descubierto por las autoridades, que con presteza y eficiencia burocrática escandinava, llenan todos los trámites y requisitos de reconocimiento legal; luego llega una ambulancia que siguiendo iguales y rutinarios pasos estipulados por la ley, envuelven el cadáver en su respectiva bolsa plástica, lo suben a la ambulancia, y se van: el suicida ya es historia hasta para los que lo conocieron. lo más impresionante viene después: ya no hay personas, pero la cámara se queda fija tomando el bosque otoñal con las hojas muertas cayendo, el rumor solemne de las aguas caudalosas del rio va en aumento, implacable y percibes la pavorosa indiferencia de un universo que continua triturando y olvidando cruel y friamente a sus víctimas...pero tenés que verlo...tenemos que verlo.
y después nos ponemos una buena sirindanga, que asi tal vez te olvides, como, te voy a contar también, y perdoná mis referencias, como marcel marceau cuando intenta suicidarse, viendo el retrato de la novia que lo ha despreciado...primero lo intenta colgándose, pero quizás había escogido una soga no muy resistente, porque se revienta, ja, ja, ja; luego trata de un balazo, pero la pistola no sirve y por más que aprieta el gatillo, se traba...bueno, por último prepara en un su vaso una poción venenosa, pero se equivoca de botella y en lugar del veneno, agarra la de vodka, tequila o vino, quizás, es francés, y termina bien a riata, riendose de todo, ja, ja, ja, pero lo más divertido es que todo esto sucede con fondo de la solemne danza de los espíritus bienaventurados de gluck, porque, lo que te digo, la vida, la biología, es una tramposa, y estamos dispuestos a hacer y ser todo, menos espíritus benditos.
a veces le doy la razón en ciertas cosas a los curas. cuando eran dueños de los cementerios, rechazaban sepultar a los suicidas en "tierra sagrada", es decir un inmundo cementerio. quizás gozaban viendo a las familias pasar angustias, además de la vergüenza pública. pues asi voy a hacer yo con vos: no ocuparás lugar en mi memoria.
es que hay razón, viéndolo bien: la vida es una tramposa estafadora, que a pura química nos manipula para seguir reproduciendose. así crea el hambre, para forzarnos a comer; crea eso que llaman "amor" para obligarnos a reproducirla; y así crea ese horror que nos hace deshacernos lo más pronto posible de un cadáver, y creeme que para nada es más rápida la gente que para deshacerse y olvidarse de un suicida. ¿creés que causarás impacto en alguna enamorada con tu probable suicidio y que se hará monja para rezar por ti el resto de su vida? las mujeres son las más sensibles a estos instintos vitales. tal vez finja una lágrima, pero no se habrá secado cuando ya ella habrá tramado como apartarse de tu recuerdo y seguir adelante. tal vez, a los años te recuerde como un tonto que la pretendió, y se reirá incrédula del sainete que interpretaron.
¿crees que causarás impacto en la sociedad, o que el mundo cambiará por tu muerte?
una de las imágenes del cine que más fuertemente grabadas tengo en mi memoria es de una película de ingmar bergman...creo que es el silencio, no estoy segura (es luz de invierno, foto segunda): un tipo no le haya sentido a la vida y se suicida. escoge para hacerlo la orilla de un impresionante rio, el cadáver es descubierto por las autoridades, que con presteza y eficiencia burocrática escandinava, llenan todos los trámites y requisitos de reconocimiento legal; luego llega una ambulancia que siguiendo iguales y rutinarios pasos estipulados por la ley, envuelven el cadáver en su respectiva bolsa plástica, lo suben a la ambulancia, y se van: el suicida ya es historia hasta para los que lo conocieron. lo más impresionante viene después: ya no hay personas, pero la cámara se queda fija tomando el bosque otoñal con las hojas muertas cayendo, el rumor solemne de las aguas caudalosas del rio va en aumento, implacable y percibes la pavorosa indiferencia de un universo que continua triturando y olvidando cruel y friamente a sus víctimas...pero tenés que verlo...tenemos que verlo.
y después nos ponemos una buena sirindanga, que asi tal vez te olvides, como, te voy a contar también, y perdoná mis referencias, como marcel marceau cuando intenta suicidarse, viendo el retrato de la novia que lo ha despreciado...primero lo intenta colgándose, pero quizás había escogido una soga no muy resistente, porque se revienta, ja, ja, ja; luego trata de un balazo, pero la pistola no sirve y por más que aprieta el gatillo, se traba...bueno, por último prepara en un su vaso una poción venenosa, pero se equivoca de botella y en lugar del veneno, agarra la de vodka, tequila o vino, quizás, es francés, y termina bien a riata, riendose de todo, ja, ja, ja, pero lo más divertido es que todo esto sucede con fondo de la solemne danza de los espíritus bienaventurados de gluck, porque, lo que te digo, la vida, la biología, es una tramposa, y estamos dispuestos a hacer y ser todo, menos espíritus benditos.
8 comments:
Me encantaban los mimos, en especial Harpo Marx cuando hacía rutinas de mimo en sus películas,incluso aprendí uno que otro movimiento, el de la pared de vidrio.
Sin embargo hace poco no recuerdo si en una película o en una serie de caricaturas no estoy seguro, se ve la escena de un mimo atrapado en la pared de vidrio y unos pillastres gritan:
- Hay que liberarlo!
y le arrojan una pesada silla (para quebrar el vidrio).
Muy bonito tu blog.
Felicidades
gracias por la invitacion, aqui estoy
"Entre los personajes trágicos que pueblan la historia y la ficción tal vez los suicidas sean los que más nos conmueven. Hay que aclarar que, si bien homicida es el que mata a un hombre, regicida el que mata a un rey, la palabra suicida no significa, como muchos creen, el que mata a un suizo. No, un suicida es alguien que quita la vida a "sui" mismo
La mayoría de las religiones condenan el suicidio, pero las leyes no pueden hacerlo, ya que el cuerpo del delito y el del delincuente en este caso son la misma cosa. Sin embargo las legislaciones anglosajonas consideran delito a la tentativa de suicidio, cuando el suicida ha fracasado. En algunos casos incluso, han llegado a condenarlo a muerte.
No me resisití a copiarte éste fragmento de una presentación de Les Luthiers. Posiblemente somos víctimas del universo, hasta que decidimos dejar de serlo. O alguien nos tira una piedra para quebrar el vidrio.
Indira, aquí estoy y por lo que veo disfrutaré este sitio como el de los demás.
Felicidades,
ahh la Bergman, me encanta!
gracias, victor, hunnapuh, ixquic y simio, por sus visitas y comentarios. con eso de les luthiers, me he reido por fin despues de un largo dia serio...
ixquic, fijate que muchos se confunden con ambos gigantes suecos: la bergman, la actriz y bergman el hombre, el gran director sueco. por cierto que ambos trabajaron juntos en sonata de otoño, el la dirigio a ella que hacia el papel de una gran pianista a la vez que cruel, fria y destructiva madre de la liv ulmann. te recomiendo verla cuando puedas. la bergman triunfo en el cine americano de hollywood. el por supuesto, ni siquiera lo intento. fuera de suecia y escandinavia, solo filmo una pelicula en alemania (el huevo de la serpiente??? fanny y alexander???). gracias, ixquic.
Yo siempre los confundía de chiquito. Es que con eso de Ingmar e Ingrid. Luego vi Casablanca y se acabó la confusión.
Por cierto, en mi blog puse el video del texto que te copie en mi comentario. A ver si podés darte una vuelta para que veás de que va el asunto.
A veces, el tiempo falta, empequeñece.
Otras veces, nos faltan ocupaciones con que llenarlo.
El tiempo corre, vuela, se desliza entre rendijas como una fría y ligera arena, pasa desapercibido ante nuestros ojos.
Pero aumenta su pesadez sobre los hombros cuando camina despacio, fatigado por una espesa y cálida neblina que cubre el horizonte; cuando cae en una papelera vacía, en desuso, a la que sólo acceden pequeñas motas de polvo sin rumbo.
El tiempo; quien nos da y nos quita la vida a su antojo; quien prolonga eternamente el dolor y reduce la alegría a segundos...
http://joedicis.blogia.com/
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