Padre nuestro...

mi formación literaria en la infancia fue aquella a la que se puede aspirar en una sociedad conservadora y autoritaria. no muchos vuelos poéticos. mis padres amaban la poesía didáctica porque era la única que, a su vez, les habían enseñado, y así la única poesía que conocí fue la que puede haber en poemas como:

"trabaja, joven, sin cesar trabaja,

la frente honrada que en sudor se moja,

jamás ante otra frente se sonroja,

ni se rinde servil a quien la ultraja..."

también aprendí:

"es puerta de luz un libro abierto:

entra por ella, niño, y de seguro

serán para ti, dios más visible,

su poder más cierto..." (más o menos asi va, no recuerdo bien. si alguien lo conoce le agradecería me refrescara la memoria...)

y por supuesto cosas religiosas místicas:

"no me mueve mi dios para quererte...bla, bla, bla...."

y aquel otro dedicado a la purísima concepción:

"quién eres, oh, mujer, que aunque rendida

al parecer, al parecer postrada

no estas sino en la tierra preferida,

no estás sino en los cielos ensalzada..." (más o menos, también)

pues crecí con esta puesiya, como decía aniceto porsisoca, que algo nos deja de la verdadera Poesía, por lo menos el sentido del ritmo y la belleza de las palabras, y fue por estas mismas veredas de la literatura que descubrí la Poesía.

resulta que a mi, como a muchos salvadoreños, cuando me portaba mal, mis padres me castigaban haciendome leer nada menos que el horroroso, feo, no, más que feo, FEYO libro LECTURAS NACIONALES que era una recopilación de escoria literaria, recopilada por un maestro llamado saúl flores. era feyo no sólo por el contenido, sino también por la presentación: impreso en áspero y amarillento papel periódico, con borrosas fotografías en blanco y negro, muchas de las cuales eran fotos de gente pobre muerta, que me infundían un miedo insoportable. no recuerdo haber leido nada de ese librejo, aunque pasé largas horas de castigo fingiendo leer.

un día mi horror fue extremo, pues mi madre, como moisés bajando del sinaí con las tablas de la ley, apareció con otro librejo de apariencia iguálmente sórdida, del mismo vejete saúl flores, el cual ella presentó como la segunda parte, ¡¡¡sí!!!, horror de horrores, segunda parte, de lecturas nacionales, y se llamaba pompósamente, madre américa. recuerdo haber pensado que por lo menos no se llamaba ¡¡¡ madre panamérica!!! no muchas veces he pensado suicidarme, pero esa fue una de las pocas...

intente ser un ángel, pero no me duró el intento y al primer castigo, tuve frente a mi "madre américa", el cual, con toda repugnancia, comence a hojear...y algo raro, comencé a presentir, un pálpito, como la inminencia de un milagro, como un amanecer en mi alma de 13 o 14 años...

...me llamaron la atención las fotografías de mayor calidad. recuerdo vívidamente la solidez moral, el carácter, la belleza eterna y profunda que reflejaba el rostro sonriente de gabriela mistral...

y seguí hojeando, ya iluminada por otra luz, al umbral de otro ámbito, y de pronto, una fotografía de un hombre saludando solemnemente ante un monumento...comencé a leer las primeras palabras "padre nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire, de toda nuestra extensa latitud silenciosa..."...y unos instantes después, cuando musitaba quedamente "el pájaro bolívar, sobre el volcán bolívar...", estaba, temblorosa y fascinada, para siempre poseida por la Belleza, mi rostro bañado en lágrimas que fluían sin cesar y mi alma en pie, embargada de emoción ante la Poesía: era el canto a bolívar de pablo neruda, ese solemne poema con reminiscencias de walt whitman y andrés bello...

lo leí mil veces, se grabó en mi mente como en un molde perfecto que esperaba ser llenado. nunca lo volví a encontrar, ni recuerdo haberlo oído mencionar a nadie, pero en lo más profundo de mi ser permaneció siempre como la revelación de la poesía.

esta noche, lo recordé al escucharlo en labios del presidente hugo chávez de venezuela, que celebrando su histórico triunfo de este día domingo 3 de diciembre de 2006, lo dedicó también a nuestro padre SIMON BOLIVAR repitiendo esos versos de neruda.

lo transcribo como un homenaje esperanzado a bolivar, a neruda, al triunfante chávez y a todos los que, poco a poco, arrebatan de manos de los invasores que la han saqueado y destruido por siglos, nuestra patria grande de méxico a la antártida...bueno, también a la memoria de saúl flores...y tal vez, yo también, sin querer queriendo, le revele a alguien la Poesía, que no es fácil encontrársela en nuestras "patrias del criollo", que lo único que han podido hacer es republiquetas banana pobladas por semianalfabetos. y dice...

¡Padre nuestro
que estás en la tierra, en el agua,
en el aire de toda nuestra extensa
latitud silenciosa!
Todo lleva tu nombre, Padre,
en nuestra morada.
Tu apellido
la caña levanta a la dulzura.
El estaño Bolívar
tiene un fulgor Bolívar.
El pájaro Bolívar
sobre el volcán Bolívar.
La patata, el salitre,
las sombras especiales,
las corrientes, las vetas
de fosfórica piedra,
todo lo nuestro viene
de tu vida apagada.
Tu herencia fueron rios,
llanuras, campanarios,
tu herencia
es el pan nuestro de cada día,
Padre.
Tu pequeño cadáver
de capitán valiente
ha extendido en lo inmenso
su metálica forma,
de pronto salen dedos tuyos
entre la nieve
y el austral pescador
saca a la luz de pronto
tu sonrisa, tu voz,
palpitando en las redes.
¿De qué color la rosa
que junto a tu alma alcemos?
¡Roja será la rosa
que recuerde tu paso!
¿Cómo serán las manos
que toquen tu ceniza?
¡Rojas serán las manos
que en tu ceniza nacen!
¡¿Y cómo es la semilla
de tu corazón muerto?!
¡Es roja la semilla
de tu corazón vivo!
Por eso es hoy la ronda de manos
junto a ti.
Junto a mi mano hay otra,
y hay otra junto a ella,
y otra más hasta el fondo
del continente oscuro,
y otra mano
que tú no conociste entonces
viene también, Bolívar,
a estrechar a la tuya,
de Teruel, de Madrid,
del Jarama, del Ebro,
de la cárcel, del aire,
de los muertos de España,
¡Llega esta mano roja
que es hija de la tuya!
¡¡¡Capitán combatiente:
Donde una boca grita libertad,
donde un oido escucha,
donde un soldado rojo
rompe una mente tarda,
donde un laurel de libres brota,
donde una nueva bandera
se adorna con sangre
de nuestra nueva tierra:
Bolívar, Capitán,
se divisa tu rostro!!!
¡Otra vez, entre pólvora y humo,
tu espada está naciendo!
¡Otra vez tu bandera
con sangre se ha bordado!
¡Los malvados atacan
tu semilla de nuevo,
clavado en otra cruz
está el hijo del hombre,
pero hacia la esperanza
nos conduce tu sombra!
¡El laurel y la luz
de tu ejército rojo,
a través de la noche
de América,
con tu mirada mira!
¡Tus ojos que vigilan
más allá de los mares,
más allá de los pueblos
oprimidos y heridos,
más allá de las negras
ciudades incendiadas!
Tu voz nace de nuevo,
tu voz otra vez nace,
tu ejército defiende
las banderas sagradas!
La libertad sacude
las campanas sangrientas
y un sonido terrible
de sonidos parece
la aurora enrojecida
por la sangre del hombre.
Libertador:
Un mundo de paz
nació en tus brazos.
La paz, el pan, el trigo
de tu sangre nacieron.
De nuestra joven sangre,
del Nilo de tu sangre,
saldrá paz, pan y trigo
para el mundo que haremos...
YO conocí a Bolívar
una mañana larga
en Madrid,
en la boca del Quinto Regimiento:
¡¡¡Padre, le dije,
¿eres, o no eres, o quién eres?!!!
Y mirando al Cuartel de la Montaña
dijo: ¡Despierto cada cien años
cuando despierta el pueblo!