tengo la suerte de tener muchos amigos en diferentes paises, y tengo la suerte también de que me visitan. las últimas semanas varios amigos de estados unidos, francia, italia, portugal y holanda han estado por aquí disfrutando sus vacaciones veraniegas.
el salvador despierta un extraño interés y curiosidad en las personas cultas de norteamerica y europa, pues es de los últimos pocos lugares aún no invadidos por el turismo masivo y tiene un aura de frontera no explorada, de mundo auténtico, no contaminado. yo lo percibo desde hace mucho, y lo he corroborado hace unos días en que fui a ver el film "prime" (mi novia secreta) en que actúan nada menos que las poderosas meryl streep y uma thurman. esta última hace el papel de una sofisticada neoyorquina de 39 años que se enamora de un bicho de 23, pintor aun en busca de su destino. la chera comprende que no puede arruinarle la vida a un sipote, llevándolo al matrimonio, así que el romance termina y cada uno sigue por su propio camino. el sipote pintor, para crecer y conocer el mundo y la vida decide viajar y ha escogido...el salvador. claro, les suena a desafio romántico venir donde la chusma todavía no viene.
llevo a mis amigos extranjeros a los tradicionales lugares que mostramos con orgullo a los turistas, pero siempre incluyo, sin falta, una visita al viejo centro de san salvador, abandonado por las clases medias, a la fuga de terremotos y guerrillas.
las mañanas acostumbro dedicarlas al "centro nuevo", bueno, a lo poco interesante que hay en el san salvador de clase media, parte poco amigable de la ciudad, por no estar diseñada para gente, ni para caminar, sino para carros. decía a un amigo americano que esta parte de san salvador pretende imitar a miami. él me corrigió educadamente, diciéndome que más bien le parecía que imitaba a dallas, texas, la cual yo no conozco, pero preguntando, he llegado a formarme la idea de una ciudad plana, fea, aburrida, sin vida cultural. después de ver el museo de arte moderno, que siempre impresiona positivamente a cualquiera de cualquier país, pasamos al museo de antropología del cual todos esperan más de lo que da. si mis amigos están dispuestos a pagar $1.50 por entrar (no los vale), les dirijo a ver las tres o cuatro cosas dignas de verse: el jaguar de piedra (símbolo del banco cuscatlán), el ehecatl en jade, el chac mool, las espadas ceremoniales de obsidiana, por supuesto el chipe totec, y la vara de alcalde del último cacique de tacuba. un amigo brasileño, al que decepcionaron los souvenirs de mal gusto que se venden para turistas en el salvador, se preguntaba porqué, en lugar de monos hechos en estopas de coco o camisetas con diseños chocarreros, no reproducimos las varas de alcalde, o los dioses de jade y obsidiana. no supe qué explicarle, excepto que los souvenirs se hacen pensando en los emigrantes de bajo nivel educativo, que vuelven como turistas...los últimos meses se ha reanimado el museo de antropología con exposiciones magnificamente preparadas por gente talentosa, como la recientemente finalizada "vida rural en el salvador a través del arte", y la de los alumnos de valero lecha que se inaugurará pronto...pero no deja este museo de tener un tufillo a lugar dominado por empleados de gobierno, que sólo viven para esperar el día de pago. hasta hay ya dos salas cerradas por descuido, y el ambiente que se genera en su interior es lastimoso, caluroso, nada adecuado, con los empleados conversando a gritos y haciendo limpieza bruscamente encima de los visitantes...y después de ver estos dos museos no queda mucho que ver o hacer en este san salvador de la 25 p'arriba, excepto lugares con pretenciones de un cosmopolitismo que no alcanzan, y que aburren a quienes vienen de lugares verdaderamente cosmopolitas.
entonces al atardecer, más o menos a las 3 de la tarde, comienzan mis tours por el san salvador de la 25 p'abajo, itinerario que les recomiendo cuando tengan amigos de visita.
llegamos al parque cuscatlán. si es época lluviosa y no hay polvo, una caminata es imprescindible, para disfrutar la deliciosa sombra de los árboles. si nuestro amigo es "izquierdoso" seguramente le encantará ver el adefesio, perdón, monumento, que la municipalidad efemelenista ha levantado en honor de los desaparecidos y víctimas civiles de la guerra de los 1980's. luego entramos a la exposición que haya en la curiosa sala nacional de exposiciones, que siempre hay algo bueno (estos dias de agosto, septiembre de 2006, dedicada a valero lecha).
salimos del parque y caminamos a la zona de los hospitales. aprovecho para explicar a mis amigos que aquí eran las afueras de san salvador hasta hace un medio siglo y que, por higiene, se destinaba a los hospitales. vemos la curiosa construcción del hospital rosales, traido en piezas para armar desde bélgica. precisamente una amiga de bélgica me dijo allí mismo, que esas construcciones eran destinadas para enviar a las colonias belgas en áfrica, a fines de los 1800's y primera mitad de los 1900's.
después de fotografiarnos frente a la linda escuela de medicina, caminamos por la calle arce y visitamos el nuevo museo de la universidad tecnológica, situado en una bella residencia construida en 1930, por una de las familias ávila. el museo es bonito e interesante, y la casa tiene bellos y brillantes enladrillados con diseños que parecen alfombras. explico a mis amigos cómo esta acción de la tecnológica de abrir sus facultades en residencias de la zona, ha servido para rescatar y mejorar esta área deteriorada.
después ya no hay mucho de interés que ver, excepto la gente y las iglesias, y sus constantes y concurridas actividades, que tanto sorprenden a los europeos, pues allá las iglesias están vacías, visitadas sólo por turistas. vemos la basílica del sagrado corazón, la catedral, y trato de llegar al rosario mientras hay luz de sol que permita apreciar los vitrales, y disfrutar la serenidad que se respira en su interior a pesar de estar en medio del caótico y ruidoso tráfico. una guía de viajes llama a el rosario "san salvador's best kept secret", y con razón, pues ¿quién se va a sentir invitado a entrar a una contrucción que por fuera parece terminal de buses tercermundista? el rosario es la única iglesia, un poco también el calvario, que aisla del mundanal ruido, permitiendo penetrar a un espacio para el silencio y el recogimiento. he sufrido, con horror, en catedral, su incapacidad para cerrarse al ruido de los mil demonios que la rodea y la atraviesa, y le niega su estatus de sitio de veneración, donde un ser humano debería poder sumergirse en la serenidad y la contemplación.
mi última experiencia frustrante y desesperante en catedral fue a fines de julio, cuando asistí al cierre de la mozartíada por la orquesta sinfónica. ninguno de los organizadores pensó que era imprescindible cerrar las calles circunvecinas al tráfico automovilístico, antes de la pensada de celebrar un concierto bajo el ruido que penetra y contamina catedral.
por último, después de un café en el todavía agradable bella nápoles, caminamos por los parques, oyendo la música campesina del libertad, y la dinámica naturalmente democrática y tolerante de la plaza barrios, donde en los atardeceres conviven por igual, gays en una esquina, putas en la otra, predicadores evangelístas en la siguiente y políticos, generalmente de izquierda más allá, todos bajo el desafiante gesto de gerardo barrios a la catedral, aunque pocos sepan la razón.
últimamente incluyo una visita al palacio nacional, donde se ha abierto una exposición de restos de animales prehistóricos gigantescos, que se han encontrado en el río tomayate. (aquí también mandan los empleados de gobierno, por lo que puede estar cerrado cuando debería estar abierto.)
quiero aclarar que acostumbro estos tours desde finales de los 1990s y que nunca me he sentido en peligro, ni me ha pasado nada desagradable. no hay para nada el ambiente hostil y amenazante que muchos, sin haber ido, creen que hay.
por el contrario, puedo atestiguar de la nobleza de la gente pobre salvadoreña, y aunque podría contar muchos incidentes, quizás baste este:
llevé al centro a mi amiga neoyorquina amy. cuando caminabamos bajo los portales frente al parque libertad, bajando para atravesar la calle, mi amiga dio un mal paso, y cayó, de cara, en aquel charco inmundo, que podría ser vómitos o meados de mendigos o locos. ella se portó con una dignidad de reina en el exilio, se puso en pie inmediatamente, sin el menor mal gesto de asco o repugnancia, pasó la mano por su rostro, al tiempo que con toda elegancia y simultáneamente tres humildes hombres de los que allí permanecen se le acercaban con todo respeto a ayudarle y le preguntaban ¡¡¡en inglés!!!: ¿are you ok? ¿are you ok?
a mi, como dicen los españoles, se me puso el alma en pie.
agradeceré sugerencias de todo amable lector que sepa de otros sitios dignos de incluirse en este tour.
el salvador despierta un extraño interés y curiosidad en las personas cultas de norteamerica y europa, pues es de los últimos pocos lugares aún no invadidos por el turismo masivo y tiene un aura de frontera no explorada, de mundo auténtico, no contaminado. yo lo percibo desde hace mucho, y lo he corroborado hace unos días en que fui a ver el film "prime" (mi novia secreta) en que actúan nada menos que las poderosas meryl streep y uma thurman. esta última hace el papel de una sofisticada neoyorquina de 39 años que se enamora de un bicho de 23, pintor aun en busca de su destino. la chera comprende que no puede arruinarle la vida a un sipote, llevándolo al matrimonio, así que el romance termina y cada uno sigue por su propio camino. el sipote pintor, para crecer y conocer el mundo y la vida decide viajar y ha escogido...el salvador. claro, les suena a desafio romántico venir donde la chusma todavía no viene.
llevo a mis amigos extranjeros a los tradicionales lugares que mostramos con orgullo a los turistas, pero siempre incluyo, sin falta, una visita al viejo centro de san salvador, abandonado por las clases medias, a la fuga de terremotos y guerrillas.
las mañanas acostumbro dedicarlas al "centro nuevo", bueno, a lo poco interesante que hay en el san salvador de clase media, parte poco amigable de la ciudad, por no estar diseñada para gente, ni para caminar, sino para carros. decía a un amigo americano que esta parte de san salvador pretende imitar a miami. él me corrigió educadamente, diciéndome que más bien le parecía que imitaba a dallas, texas, la cual yo no conozco, pero preguntando, he llegado a formarme la idea de una ciudad plana, fea, aburrida, sin vida cultural. después de ver el museo de arte moderno, que siempre impresiona positivamente a cualquiera de cualquier país, pasamos al museo de antropología del cual todos esperan más de lo que da. si mis amigos están dispuestos a pagar $1.50 por entrar (no los vale), les dirijo a ver las tres o cuatro cosas dignas de verse: el jaguar de piedra (símbolo del banco cuscatlán), el ehecatl en jade, el chac mool, las espadas ceremoniales de obsidiana, por supuesto el chipe totec, y la vara de alcalde del último cacique de tacuba. un amigo brasileño, al que decepcionaron los souvenirs de mal gusto que se venden para turistas en el salvador, se preguntaba porqué, en lugar de monos hechos en estopas de coco o camisetas con diseños chocarreros, no reproducimos las varas de alcalde, o los dioses de jade y obsidiana. no supe qué explicarle, excepto que los souvenirs se hacen pensando en los emigrantes de bajo nivel educativo, que vuelven como turistas...los últimos meses se ha reanimado el museo de antropología con exposiciones magnificamente preparadas por gente talentosa, como la recientemente finalizada "vida rural en el salvador a través del arte", y la de los alumnos de valero lecha que se inaugurará pronto...pero no deja este museo de tener un tufillo a lugar dominado por empleados de gobierno, que sólo viven para esperar el día de pago. hasta hay ya dos salas cerradas por descuido, y el ambiente que se genera en su interior es lastimoso, caluroso, nada adecuado, con los empleados conversando a gritos y haciendo limpieza bruscamente encima de los visitantes...y después de ver estos dos museos no queda mucho que ver o hacer en este san salvador de la 25 p'arriba, excepto lugares con pretenciones de un cosmopolitismo que no alcanzan, y que aburren a quienes vienen de lugares verdaderamente cosmopolitas.
entonces al atardecer, más o menos a las 3 de la tarde, comienzan mis tours por el san salvador de la 25 p'abajo, itinerario que les recomiendo cuando tengan amigos de visita.
llegamos al parque cuscatlán. si es época lluviosa y no hay polvo, una caminata es imprescindible, para disfrutar la deliciosa sombra de los árboles. si nuestro amigo es "izquierdoso" seguramente le encantará ver el adefesio, perdón, monumento, que la municipalidad efemelenista ha levantado en honor de los desaparecidos y víctimas civiles de la guerra de los 1980's. luego entramos a la exposición que haya en la curiosa sala nacional de exposiciones, que siempre hay algo bueno (estos dias de agosto, septiembre de 2006, dedicada a valero lecha).
salimos del parque y caminamos a la zona de los hospitales. aprovecho para explicar a mis amigos que aquí eran las afueras de san salvador hasta hace un medio siglo y que, por higiene, se destinaba a los hospitales. vemos la curiosa construcción del hospital rosales, traido en piezas para armar desde bélgica. precisamente una amiga de bélgica me dijo allí mismo, que esas construcciones eran destinadas para enviar a las colonias belgas en áfrica, a fines de los 1800's y primera mitad de los 1900's.
después de fotografiarnos frente a la linda escuela de medicina, caminamos por la calle arce y visitamos el nuevo museo de la universidad tecnológica, situado en una bella residencia construida en 1930, por una de las familias ávila. el museo es bonito e interesante, y la casa tiene bellos y brillantes enladrillados con diseños que parecen alfombras. explico a mis amigos cómo esta acción de la tecnológica de abrir sus facultades en residencias de la zona, ha servido para rescatar y mejorar esta área deteriorada.
después ya no hay mucho de interés que ver, excepto la gente y las iglesias, y sus constantes y concurridas actividades, que tanto sorprenden a los europeos, pues allá las iglesias están vacías, visitadas sólo por turistas. vemos la basílica del sagrado corazón, la catedral, y trato de llegar al rosario mientras hay luz de sol que permita apreciar los vitrales, y disfrutar la serenidad que se respira en su interior a pesar de estar en medio del caótico y ruidoso tráfico. una guía de viajes llama a el rosario "san salvador's best kept secret", y con razón, pues ¿quién se va a sentir invitado a entrar a una contrucción que por fuera parece terminal de buses tercermundista? el rosario es la única iglesia, un poco también el calvario, que aisla del mundanal ruido, permitiendo penetrar a un espacio para el silencio y el recogimiento. he sufrido, con horror, en catedral, su incapacidad para cerrarse al ruido de los mil demonios que la rodea y la atraviesa, y le niega su estatus de sitio de veneración, donde un ser humano debería poder sumergirse en la serenidad y la contemplación.
mi última experiencia frustrante y desesperante en catedral fue a fines de julio, cuando asistí al cierre de la mozartíada por la orquesta sinfónica. ninguno de los organizadores pensó que era imprescindible cerrar las calles circunvecinas al tráfico automovilístico, antes de la pensada de celebrar un concierto bajo el ruido que penetra y contamina catedral.
por último, después de un café en el todavía agradable bella nápoles, caminamos por los parques, oyendo la música campesina del libertad, y la dinámica naturalmente democrática y tolerante de la plaza barrios, donde en los atardeceres conviven por igual, gays en una esquina, putas en la otra, predicadores evangelístas en la siguiente y políticos, generalmente de izquierda más allá, todos bajo el desafiante gesto de gerardo barrios a la catedral, aunque pocos sepan la razón.
últimamente incluyo una visita al palacio nacional, donde se ha abierto una exposición de restos de animales prehistóricos gigantescos, que se han encontrado en el río tomayate. (aquí también mandan los empleados de gobierno, por lo que puede estar cerrado cuando debería estar abierto.)
quiero aclarar que acostumbro estos tours desde finales de los 1990s y que nunca me he sentido en peligro, ni me ha pasado nada desagradable. no hay para nada el ambiente hostil y amenazante que muchos, sin haber ido, creen que hay.
por el contrario, puedo atestiguar de la nobleza de la gente pobre salvadoreña, y aunque podría contar muchos incidentes, quizás baste este:
llevé al centro a mi amiga neoyorquina amy. cuando caminabamos bajo los portales frente al parque libertad, bajando para atravesar la calle, mi amiga dio un mal paso, y cayó, de cara, en aquel charco inmundo, que podría ser vómitos o meados de mendigos o locos. ella se portó con una dignidad de reina en el exilio, se puso en pie inmediatamente, sin el menor mal gesto de asco o repugnancia, pasó la mano por su rostro, al tiempo que con toda elegancia y simultáneamente tres humildes hombres de los que allí permanecen se le acercaban con todo respeto a ayudarle y le preguntaban ¡¡¡en inglés!!!: ¿are you ok? ¿are you ok?
a mi, como dicen los españoles, se me puso el alma en pie.
agradeceré sugerencias de todo amable lector que sepa de otros sitios dignos de incluirse en este tour.